Uno de los aspectos más fascinantes de la vida humana es la capacidad de expresar y transmitir emociones mediante el tacto, que a su vez, es una de las maneras más potentes de toma de conciencia de las emociones, propias y ajenas.
La emoción que mejor se transmite a través del tacto es la ternura.
La ternura contiene un gran significado social. Ternura como sostén emocional en el desarrollo de las personas desde la infancia, en la familia. Crea y refuerza los vínculos afectivos y sociales.
la expresión de ternura exige coraje, firmeza, porque se ha de mostrar sin miedo, abiertamente, con naturalidad y sensibilidad.
En este sentido, la ternura y la sensibilidad que conlleva, nos abre un fantástico horizonte a la solidaridad, a la cooperación, a la búsqueda de esa sinergia que Stephen Covey denomina como la 3ª alternativa. La práctica de la ternura a través del tacto con delicadeza y sensibilidad, sólo nos puede llevar a crear seres sensibles y una sociedad justa y feliz.
Y no cabe duda que ésta fórmula; tacto+ternura+sensibilidad, para la transformación social, es simple y económica.