Los seres humanos nacemos con la necesidad de crear vínculo. Nacemos indefensos, frágiles y necesitamos la protección y el cuidado de otros para poder satisfacer necesidades básicas como la alimentación o conseguir calor. Esa necesidad de cuidado y protección es la que hace que el bebé busque y necesite desde pequeño amor, contacto físico y llamar nuestra atención: “dentro del útero el bebé ha estado contenido, sostenido en todo momento y al nacer pierde este sostén natural y lo encuentra nuevamente en los brazos y las caricias de su madre o de su padre.
“es importante recordar que aun cuando el cordón umbilical ya se ha cortado, el bebé y la madre siguen siendo uno solo, y en consecuencia, el bebé requiere del CONTACTO con su madre para ordenarse, para MADURAR E IR DESARROLLÁNDOSE.
La comunicación madre-bebé se establece a partir del encuentro cuerpo a cuerpo. El contacto físico es comunicación.
El acercamiento suave y armónico por parte de la madre o el padre que coge a su bebé en brazos, le recuerda al bebé a su estado dentro del vientre y se traduce para él en seguridad y tranquilidad. Es este CONTACTO lo que le contiene y le DA SENTIDO DE EXISTENCIA.